En la entrada de hoy, os hablaré sobre un tema ya anteriormente muy debatido pero que sin embargo, hoy sigue haciendo hincapié en nuestra sociedad. Es la llamada: Dieta Dukan:
Esta dieta, fuertemente HIPERPROTEICA, suprime todo aquello que se asemeje en algo a los carbohidratos. Se atreve, incluso, a eliminar en las primeras semanas de tratamiento las frutas y verduras, para limitar la dieta al consumo de carne, carne y más carne.
Durante todos estos años, sin embargo, se ha avanzado mucho en el estudio de la nutrición y, en teoría, este tipo de dietas con sus más y sus menos y sus apariciones puntuales (dieta Atkins, dietas disociadas, etc), han sido desechadas por gran parte de la comunidad científica, ya que se oponen a todas las recomendaciones de una alimentación saludable. Además, sus consejos se contradicen con la llamada ''dieta mediterránea'', recientemente considerada patrimonio de la humanidad, en la que se recomienda el consumo de cereales, legumbres, frutas y verduras y una baja ingesta de carne. Por último, y no menos importante, en muchos casos estas dietas fuertemente hiperporteínas se hacen incompatibles con la vida social y con el placer por la comida y no llegan nunca a constituir una solución a largo plazo o lo que todos buscamos: una ''dieta para toda la vida''
La dieta Dukan es hipocalórica y ralentiza el metabolismo del organismo en todas sus fases, suprimiendo carbohidratos y macronutrientes necesarios para el organismo. Las dietas extremas producen daños, muchas veces severos.
Esta dieta consiste en adelgazar a base de movilizar las reservas de energía (grasa y glucógeno). Según el francés Dukan ''solo las proteínas son indispensables para nuestra existencia''. Aconseja comer muchas de ellas y suprimir aceites, azúcares e hidratos de carbono. Los alimentos como el pan, la pasta, el arroz, las patatas y el resto de carbohidratos quedan excluídos.
La dieta Dukan permite perder peso rápidamente, pero ''los inconvenientes superan mucho a las ventajas'', pues no solo se pierde peso, sino mucha masa muscular y con ello fuerza y salud.
Además el que se somete a este tipo de dietas, es propenso a sufrir un EFECTO REBOTE, es decir se recupera el peso perdido más un añadido del 20% aproximadamente entre una semana y 2 años después de haber finalizado la dieta, a una PÉRDIDA DE AGUA, a someter al hígado y a los riñones a un trabajo agotador de eliminación de residuos que traen como consecuencia problemas RENALES nefastos, a sufrir cuadros de ESTREÑIMIENTO y MAL ALIENTO (debido a la ingesta abusiva de proteínas), fatiga (por la supresión de la ingesta de carbohidratos), y a CALAMBRES MUSCULARES (por falta de azúcares).
ÚLTIMA CONCLUSIÓN: es cierto que con este tipo de dietas restrictivas se pierde rápidamente peso, pero mi pregunta es: ¿Realmente vale la pena someter a nuestro organismo a estas agresiones que afectan negativamente a nuestra salud? Y no menos importante, recordemos que al finalizar la dieta, recuperaremos el peso perdido y ganaremos unos cuantos kilitos más.
LGD
No hay comentarios:
Publicar un comentario