Buenas tardes. Llevo varias semanas
sin publicar ninguna entrada en el blog ya que estoy un poco más ajetreada
estos meses. Aun así, no me olvido de vosotros/as y seguiré colgando entradas
con temas de interés. El de esta semana trata sobre el Sintrom y las recomendaciones
nutricionales para aquellos pacientes que tomen este tipo de medicación.
Recordad que podéis sugerirme algún tema que os sea de interés mediante el
correo electrónico o el propio blog, para las próximas semanas.
¿Qué es el
tratamiento ANTICOAGULANTE? En condiciones normales la sangre fluye por el
sistema circulatorio sin coagularse. Cuando es necesario (por ejemplo, tras un
corte) la sangre tiene la capacidad de coagularse para taponar la herida. Los
trombos y las embolias son una consecuencia patológica de esa capacidad de la
sangre para formar coágulos. El objetivo del tratamiento anticoagulante es la
prevención de las trombosis y de las embolias. (Un TROMBO es un coágulo en el
interior de algún vaso del sistema circulatorio. Una EMBOLIA se produce cuando
un fragmento de ese coágulo se desprende y de forma brusca tapona alguna
arteria o vena ,a distancia, normalmente en el cerebro o en el pulmón).
¿Quién tiene que tomar tratamiento
anticoagulante? Lo tomaran TODOS aquellos pacientes que tienen riesgo de sufrir
una complicación de trombosis y/o embolia: pacientes con arritmia, pacientes
portadores de válvula cardiaca artificial mecánica, pacientes con ciertas
enfermedades cardiovasculares, pacientes que han sufrido una trombosis venosa
en las piernas o una embolia en el pulmón, para que no se repitan, ciertas
enfermedades de la sangre pro-trombóticas.
Algunas
personas que están tomando medicación de anticoagulantes orales, como el
Sintrom (Acenocumarol) o Aldocumar (Warfarina), que hacen que la sangre tarde
más tiempo en coagular. Tienen que tener especial cuidado con aquellos
alimentos que en su composición se encuentre la vitamina K, ya que la principal
acción de estos medicamentos es en contra de esta vitamina. Por esta razón
tenemos que conocer el contenido en vitamina K de los alimentos que consumimos.
Este
medicamento tiene un rango terapéutico muy pequeño, es decir, que tenemos que
ser muy cuidadosos con la dosis que tomamos y como la tomamos. A continuación
indicamos unas recomendaciones generales.
-
Tomar
la dosis exacta prescrita y a la hora indicada (media hora antes de los
alimentos) y no junto con algunos antiácidos u otros medicamentos con los que
pueden interaccionar. Consultar con su médico o farmacéutico.
-
Realizar
controles periódicos que le índice su médico.
-
No
cambiar nunca la dosis por su cuenta, y si se olvida una dosis, tómela lo antes
posible, si es dentro del mismo día. Si un día se olvida, nunca tome doble
dosis al día siguiente.
-
Avise
a su médico en caso de: visita al dentista, intervención quirúrgica o por
sangrado de las encías, cortes, sangre al toser, hematomas (cardenales),
hemorragia nasal, sangre en orina o heces.
-
Si
tiene fiebre, diarrea, vómitos, pérdida del apetito o cualquier otra
sintomatología, consulte al médico.
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
-
En
principio una persona en tratamiento con anticoagulantes puede y debe comer de
todo.
-
Mantendremos
una dieta mediterránea variada: Frutas frescas, pescado, cereales (pastas,
arroz, pan integral), frutos secos, legumbres (dos o tres veces por semana),
lácteos preferiblemente semi o desnatados.
-
Consumo
moderado de cerveza y vino (un vaso al día las mujeres y hasta dos los
hombres). Un consumo elevado de alcohol puede aumentar el efecto de los
anticoagulantes y tener otros efectos negativos para la salud.
LA VITAMINA K
Un aumento de la vitamina K produce un menor efecto del
medicamento, lo que conllevaría un aumento del riesgo de trombos. Por el
contrario si disminuimos bruscamente la ingesta de alimentos ricos en vitamina
K provocaría un mayor efecto del medicamento, que se traduciría en un aumento
del riesgo de hemorragia, por eso es la gran importancia de un control de la
ingesta de vitamina K.
Por este motivo tenemos que tener especial cuidado con variar
bruscamente la dieta, por el calor del verano o por dietas de adelgazamiento o
dietas vegetarianas. Esto puede llevarnos a tomar más alimentos ricos en
vitamina k o comer en exceso un determinado alimento.
ALIMENTOS CON ALTO CONTENIDO EN VITAMINA K
Té verde y vegetales de hojas verdes (brotes de alfalfa,
espinacas), coles de bruselas, col, brócoli, coliflor, berros, endivias,
lechuga y tomate verde, perejil, nabos, berros, acelgas, mostaza en grano,
aceite de soja, mayonesa.
ALIMENTOS CON CONTENIDO MEDIO EN VITAMINA K
Espárragos, aguacates, guisantes, lechuga verde, repollo,
margarina. El aceite de oliva virgen seguido del de soja y colza aportan más
vitamina K que el de maíz o girasol, pero es más saludable.
ALIMENTOS CON BAJO CONTENIDO EN VITAMINA K
Judía verde, zanahoria, coliflor, apio, maíz, berenjena,
champiñón, cebolla, pimiento verde, patata, calabaza, tomate, pepinillos,
manzana, plátano, arándanos, melón, uva, pomelo, limón, naranja, té negro,
aceite de girasol, arroz, cereales, miel.
Se debe tener especial precaución con los productos de
herboristería y dietéticos, en especial con las infusiones (hierbabuena) que
pueden alterar el control del tratamiento por la vitamina K.
Los alimentos con el pavo, ternera, atún, huevos, merluza, gambas
caballa, buey, pollo, jamón, no suelen contener cantidades apreciables de
vitamina K, excepto el hígado.
Se debe también, reducir el consumo de grasas saturadas
presentes en mantequilla, carnes grasas, tocino, bollería industrial, nata,
embutidos, quesos y bacón ya que pueden contener vitamina K y además aumentar
los niveles de colesterol LDL (``malo``)
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